[Infografía] Así mejoró la calidad del aire en las grandes ciudades durante la pandemia

¿Cómo sería la calidad del aire en las grandes ciudades si solo operase el transporte público y el abastecimiento básico? En medio de la pandemia del COVID-19, cientos de ciudadanos han sido testigos de cómo sus urbes abandonan los tonos grises para dar pie a paisajes citadinos de colores brillantes.

Este efecto, al que ya se han referido grandes organizaciones como la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tiene que ver la disminución de dióxido de nitrógeno (NO2), producto de la paralización de la industria y del transporte en las grandes ciudades del mundo.

El dióxido de nitrógeno (NO2), entre otras cosas, es conocido por ser uno de los principales contaminantes del aire de las ciudades y responsable de muchas enfermedades respiratorias.

Se trata de un indicador que normalmente suele estar en rojo en países como China e Italia, pero que durante algunas semanas del 2020 tuvo una fuerte tendencia a la baja.

En la siguiente infografía de Statista, realizada con información de la base de datos World Air Quality Index, se revela finalmente cómo variaron los niveles de este agente durante la primera quincena de abril de 2019 y 2020 en distintas ciudades.

Infografía: La calidad del aire mejora en las grandes ciudades | Statista Más infografías en Statista

¿Buenas noticias para el cambio climático?

A pesar de que la disminución de los niveles de dióxido de nitrógeno en las grandes ciudades es una buena noticia, la comunidad científica y política del mundo alerta que este estado es temporal y no se debe restar importancia a las discusiones en torno al cambio climático global.

“No vamos a combatir el cambio climático con un virus”, ha advertido el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

De hecho, miembros de la comunidad académica apuntan que en situaciones similares anteriores, emisiones mundiales como las del dióxido de carbono CO₂ han repuntando al salir de la crisis, impulsadas por medidas puestas en marcha para incentivar la economía.

«En medio de esta crisis global, la urgencia del cambio climático no lo es menos. Lo más inteligente sería salir de esta situación invirtiendo en actividades que creen empleos y estimulen una actividad económica que sea consistente con un crecimiento resiliente y climáticamente responsable. Es esencial que los países eviten reiniciar sus economías aumentando las actividades con alto contenido de carbono», señala uno de los catedráticos de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña, José María Baldasano, en un artículo publicado en el medio The Conversation.

Baldasano concluye que los gobiernos y los bancos de desarrollo que están preparando paquetes de estímulos económicos deberían apuntar a inversiones e incentivos que ayuden a impulsar la actividad económica, proteger a la sociedad y también abordar la crisis climática.

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