
Desde la aparición del Covid-19, a finales del 2019, muchos son los cambios que se experimentan en el mundo, su impacto no solo alcanza a la población sino también los aspectos socioeconómicos y medioambientales.
El confinamiento impuesto por los gobiernos, como una de las medidas de contención para frenar la expansión de la enfermedad del coronavirus, deja a los centros urbanos desiertos y provistos de un escenario para la incursión fortuita de ciertos visitantes: la presencia de animales silvestres.
En algunas ciudades de Latinoamérica se han visto pumas, zorros, zarigüeyas, aves y hasta delfines en ciertas playas turísticas, zonas que comúnmente son frecuentadas por un alto volumen de personas.
Desde que comenzaron las medidas restrictivas, en las redes sociales abundan imágenes de la presencia de animales salvajes en espacios urbanos deshabitados por la pandemia. A pesar de que algunas informaciones son consideradas falsas o antiguas, no se puede dejar a un lado algunas evidencias que corroboran la veracidad de tales acontecimientos.
En la Región Metropolitana de Santiago de Chile, se han avistado tres casos de pumas paseando por las calles que permanecen desiertas. El primero de ellos fue en la localidad de Ñuñoa a finales de marzo, el segundo en Chicureo y el tercero en el sector de San Luis de Colina.
El personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile junto con el Zoológico del Parque Metropolitano se encargan de llevar adelante las gestiones de atención de estas capturas, así como sus respectivas evaluaciones médicas.
Expertos consideran que los avistamientos de esos felinos en zonas residenciales chilenas se deben a factores como la sequía, la ampliación del límite urbano y la menor cantidad de personas en la vía pública.
En Bogotá, un ciudadano grabó a un zorro cangrejero o zorro perro (Cerdocyon thous) que deambulaba por un conjunto residencial de la zona de Santa Bárbara, ubicado en la localidad de Usaquén, una especie que habita en los cerros orientales de la capital colombiana. Esta especie tiene un gran parecido al perro, por lo cual muchas veces es confundido con el animal doméstico.
También en Colombia, se registró una zarigüeya con sus crías en las calles de Neiva, a plena luz del día caminando por una acera, aunque suele ser un animal activo en las noches.
En Perú se han visto cómo las aves se apoderan de las playas de la conocida Costa Verde. Por ejemplo, la playa Agua Dulce en la municipalidad limeña de Chorrillos, que suele estar llena de bañistas, hoy tiene como turistas a miles de gaviotas de Franklin (Leucophaeus pipixcan) que son especies migratorias. Algo similar ocurre con la playa Punta Hermosa, al sur de Lima.
Estos son solo algunos de los casos de los animales que han explorado las ciudades latinoamericanas durante la pandemia del Covid-19. Las recomendaciones de los expertos es que no se debe perder de vista que se trata de animales silvestres y, por tanto, es importante no darles comida y conservar una distancia prudente para evitar que el animal se sienta atacado.